jueves, 24 de noviembre de 2011

Contaminacion en Bajos de Haina

En la República Dominicana, país que ocupa poco más de los dos tercios orientales de la isla de Santo Domingo en el Archipiélago de las Antillas, se encuentra una de las 10 ciudades más contaminadas del mundoBajos de Haina, a 22 kilómetros al oeste de Santo Domingo, es uno de los lugares que se encuentran en constante peligro; las industrias y todos sus residuos han afectado de tal manera a la población que le han ocasionado daños severos.

En Bajos de Haina en el municipio de Paraíso de Dios aproximadamente 20 años ha estado funcionando un imponente complejo industrial; las chimeneas son evidentes desde lo más alto de los cerros de Paraíso de Dios. En esta ciudad se encuentran establecidas más de 100 industrias de químicos, manufacturas, productos farmacéuticos, artículos metalúrgicos, refinerías de petróleo como la Refinería Dominicana de Petróleo.

Los desechos de todas las industrias afectan y continúan afectando a los habitantes, incluso el puerto más importante del país, ubicado en Bajos de Haina, también se ve afectado. Las fábricas son responsables anualmente de la emisión al aire de 9,8 toneladas de formaldehido, de 1,2 toneladas de plomo, 416 toneladas de amonio y 18,5 toneladas de ácido sulfúrico. De todas esas emanaciones se identifican 84 sustancias peligrosas, 65 tóxicas de mayor grado.


Las fábricas que más daño producen son las de la fabricación de aparatos eléctricos y electrónicas pues los residuos sólidos se mantienen en el ambiente; el suelo al estar contaminado detecta 74,2 toneladas de plomo, 91,3 toneladas de cobre, 412 toneladas de ácido sulfúrico, 29,6 toneladas de ácido fosfórico, 4,5 toneladas de cloro y 10,2 toneladas de amonio. Estas son las cifras de los contaminantes que han hecho de Bajos de Haina un lugar de amenaza para la salud y el propio ambiente.

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La población de Bajos de Haina lleva varios años con su población enferma de asma, bronquitis, gripe, infecciones diarreicas agudas. Los niños son los principales afectados. La situación se agrava al acumular  las toneladas de sustancias peligrosas con los desechos urbanos, estas últimas son arrojadas al aire libre y convierten al ambiente en un área insostenible. Esta población vive en una situación de contaminación constante, el grado de impotencia es enorme pero alguien debe ponerle fin a esta situación para no seguir perdiendo más vidas. Ellos como personas merecen una buena calidad de vida y atención asistencial para los males que les aquejan.

En República Dominicana, las injusticias se ven a diario y es porque el gobierno no hace auge en este tema que tanto afecta en diferentes factores.Desde hace mucho tiempo los moradores de la zona ven estas barbaridades que comenten las fábricas y dicen que en el país, el que tiene dinero hace lo que se le venga en gana y no recibe justicia. Mientras tanto seguirán creando fabricas hasta que surja un ente capaz de acabar con ese delito, que al parecer no tendrá fin.
Habitantes en Haina respiran 15.819 toneladas de contaminantes

Manuel Peña Castro espera de pie, mientras observa cómo el fuego consume el plomo de un cargamento de baterías ya usadas, para ser revendidas como metales reciclables.

En un ambiente lúgubre, con una temperatura que oscila entre los 30C0 aproximadamente, el calor de mayo no impide la intensa labor que realiza día tras día para poder sobrevivir y alimentar una cría de tres vástagos que se sustentan con lo poco que puede extraer de una jornada, donde expone su vida, al igual que el resto de los habitantes de Haina Occidental, a la contaminación ambiental como consecuencia del plomo.


En los alrededores de este municipio Haina, se percibe un aire caliente y húmedo, el olor a plomo y el ruido caótico, típico de las ciudades de los países en desarrollo. Desde los cerros de Paraíso de Dios las chimeneas delatan un complejo industrial que se levanta imponente en las proximidades del Mar Caribe. Una empresa tras otra, como en hileras, hasta sobrepasar el centenar.

“La verdad es que después de estar un día en Haina me aburro…” dice el caballero de 40 años, con el rostro pleno de grandes gotas de sudor que se deslizan por todo su cuerpo, mientras enfrenta las llamas candentes como ejército en guardia, preparado para la batalla cargada de un aire serio, muy serio: “Necesito concluir esta tarea para llevarles algo de alimento a mi familia este día”.
Peña Castro, quien anteriormente trabajaba como empleado de la Refinería Dominicana de Petróleo (REFIDOMSA), atraviesa un momento difícil luego que la empresa aplicara una reducción de personal en su planta física: fundir metales para Peña Castro nunca estuvo en sus pensamientos. Sabe que gran parte del contagio que sufre el municipio se debe mayormente, a ese tipo de labor que se desarrolla allí.

 

Residentes y dirigentes comunitarios del barrio Paraíso de Dios en Haina denunciaron que el alto grado de contaminación por plomo en la zona mantiene enfermas a mujeres embarazadas y niños. La contaminación fue generada por una empresa privada que recicló baterías por más de 20 años por lo que la barriada fue considerada por las Naciones Unidas como una de las áreas de asentamientos humanos más contaminada del planeta.

Los residentes se quejan del incumplimiento de la empresa recicladora y de la poca atención de las autoridades. Alegan además que no pueden reubicarse en otro lugar, porque no tienen a dónde ir y carecen de recursos económicos.